‘el trabajo libera’

Pasamos toda la vida haciendo cosas que no nos gustan, para 'supuestamente', gozar de un mejor futuro, el cual no tenemos la certeza si algún día llegará o si quedamos a medio camino, sin llegar nunca.

Perdemos la vida sin darnos cuenta. 

Vendemos nuestro tiempo y nuestro esfuerzo, dándole forma de pequeños papeles de colores con números impresos, con los cuales pareciera que somos dueños de este mundo. 

Perdemos algo tan valioso como el tiempo, en ejercer actividades que nos doblegan y esclavizan, pero sonreímos creyendonos el cuento de que nos dignifica. Como rezaba aquel nefasto cartel en la entrada de Auschwitz, ‘el trabajo libera’. 

Vivimos rodeados por la lucha de los egos y no nos preocupa pisarle la cabeza al de al lado, para poder escalar en la lucha empedernida de subir la cuesta del supuesto triunfo, títulos y nombres en esta vida.

Nos privamos de decir lo que pensamos y lo que sentimos, porque no hay tiempo para ello, no hay tiempo para ser feliz, porque como dicen un dicho popular, 'El tiempo es ORO' y no voy a perder tiempo en no convertirlo en papeles de colores y llenar los bancos de los grandes empresarios.

Voy a entregarle mi aliento, mi sudor y mi vida sumisamente a un patrón el cual va a hacer que se me revienten los riñones de tanto trabajar por el salario mínimo, porque es lo que merezco, porque estoy abajo, porque no voy a llegar nunca arriba, porque soy un negrito con poca suerte.

Voy a creerme el cuento de que la felicidad está en obtener todos los bienes materiales que pueda adquirir con los papelitos de colores, voy a tener un auto de alta gama, el cual voy a pagar la mitad parte de mi vida y el que solo voy a usar para ir de mi casa al trabajo, porque sino se me termina la felicidad. No tengo tiempo para usarlo para otra cosa, solo es mi ataúd con ruedas que me lleva de la casa hasta el trabajo, que me 'libera'.

Y no quieras ser feliz porque eso no entra en la mente de nadie, de nadie.

Van a hacerte la vida imposible y quemarte la cabeza con preocupaciones desde el sistema educativo, los sectores laborales y aún muerto vas a seguir debiendole a la vida, porque acordate que vas a necesitar pagarte un buen sepelio y un buen lugar en el cementerio, para que cuando te quedes solo no te tiren por ahí sin que nadie te recuerde, así que también financian tu vida y tu muerte. 

Y en el sistema educativo, ¿Qué te puedo decir? Hay de todo. Gente que te va a dar una mano y quienes te den la mano y luego la escondan o te la escupan. Gente que no va a querer ver tú progreso y que te va a poner más trabas en la rueda de lo que puedas imaginar. 

Nuevamente, desperdiciando tiempo y esfuerzo para adquirir el formato de un papel que diga que ahora sos, tal y cual cosa, que ahora ya sos más que el de al lado, o que te creas el cuento de que por tener un título sos mejor que las demás personas. Que te creas el viaje de que sos superior, que humilles, que tu ego te convierta en una persona que disfrute avergonzar a las personas que te rodean, un ser despreciable. 

Pero bueno, así son las cosas. 

Y por si fuera poco, creemos que tenemos el poder en nuestras manos de elegir una persona que va a dirigir nuestras vidas y que va a ser nuestro salvador, que va a velar por nuestros intereses, pero es que todavía no aprendimos nada de la historia, ningún ser con poder entre sus manos va a luchar por tus intereses más que vos mismo. 

Pero bueno, vivimos así, mirando el cartel de Auschwitz, creyendonos ese cuento, aguardando la muerte, en la cámara de gas, desnudos, juntos sin más nada, con lo único valioso que teníamos y no disfrutamos: LA VIDA.