Hoy,
es un día tan nublado y frio,
como mis pensamientos.
A punto de explotar,
se encuentra esta tormenta,
pero el agua dulce
no es la actriz principal.
La que se muestra tan perfecta,
para este papel,
es su hermana, agua salada.
Que parte no del cielo,
parte del microcosmo,
dividido,
del hombre.
Sube desde el lugar más bajo,
de los instintos,
sube al corazón,
bombea la sangre,
llega al cerebro -pensamiento-
y amenaza,
a la triste conciencia,
que no tiene ya un remedio,
más que desprenderla,
dejarla brotar,
por donde siempre brota,
salada,
triste
y húmeda.
Roza el contorno de tu rostro,
hasta caer en suelo,
y pasa a formar parte esencial,
del macrocosmo,
dar vida o morir intentando.
Volver al inicio,
sin ser más que una parte,
que conforma el todo.
Amor, dolor, felicidad, tristeza.
Ser parte de lo finutud de la vida,
para alcanzar eternidad,
en un instante,
o morir en el intento.
Intentar aprender a vivir,
aunque,
la sombra repentina
de la muerte nos alcance.
En la mitad del camino,
sin hayar la felicidad.
Y ahí esta ella.
Fria, triste y húmeda,
rodando hasta el infinito,
rozando tus labios,
mostrando sus diferencias,
agua salada,
es la estrella, mi actriz principal en este día.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
escupí tu opinión!