Tuve la bendita suerte de conocerte,
de amarte
y tratar de hacerte la mujer más feliz,
saque de raíz toda amargura
y dolor de mi vida,
me brindaste alegrías
como nadie lo hubiera hecho,
acompañándome
cuando estaba desecho
por las desgracias de esta vida,
sos
y fuiste
mi querida,
un regalo del cielo
y hoy recuerdo
lo bueno que era estar a tu lado,
difícil y raro el momento
en que veo perdido todos los sueños,
no hay para mi corazón alivio,
solo me queda esperar,
el momento
en que el destino
nos vuelva a cruzar
y nos reparta otras cartas
para jugar y ganar,
y volver a intentar
joder a la suerte,
y aun
en mi mente
te vas a encontrar.
A veces eso creía...
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